Cuando nos llega la noticia… El diagnóstico nefasto, la negativa del empleo anhelado, el abandono de aquellos que decían amarnos, cuando duele, duele como nunca antes dolió; llegó la noche oscura!! …Y nos sentimos solos; y nos derrumbamos… No nos queda más que mirar al Invisible y CLAMAR por vindicación. DIOS mío, DIOS mío, por qué me has abandonado!!... Y en ese gemir y ese llanto, ÉL te responde: YO SOY Jehová Tu Dios, Jehová YIREH; tu proveedor, Dios de las alturas, de los ejércitos, Dios de tu salvación, el que te sostengo de mi diestra y nunca te desampararé ni te abandonaré. Soy Tu Dios Sanador! ¿Habrá algo imposible para mí? Soy El Gran Yo Soy! Y nada es, ni será, ni ha sido más grande ni mayor que mis promesas y amor por ti!! Aleluya!! Salmo 121
No hay comentarios.:
Publicar un comentario