Gracias, PADRE, por esta seguridad de TI.

Gracias, PADRE, por esta seguridad de TI. Gracias, porque aún, en medio de mis luchas, yo sé que estás. Porque Te siento, Porque escucho Tu voz en medio de este silencio de mi cuarto… Yo sé que estás aquí. Porque puedo sentir Tu Paz. TÚ estás aquí porque si no estuvieras, ya me hubiese derrumbado. Y sé que me escuchas, porque tengo la confianza de contarte mis cosas y la seguridad de que me atiendes. Gracias!!! Porque ya puedo enfrentar mis miedos y mis debilidades con confianza. Porque TÚ nunca me has dejado, tampoco hoy lo harás. Te Amo Salvador!