Las palabras pueden envenenar...
Las palabras pueden sanar...
Las palabras comienzan y libran guerras...
Pero las palabras también establecen la paz...
Las palabras llevan a los hombres a las cumbres del bien,
Y las palabras pueden hacer caer a los hombres a las profundidades del mal.
Señor! Unge hoy mis labios para que cada vez que abra mi boca sea para Bendecir! Que cada palabra que pronuncien hoy mis labios sea para perfumar el aire y no para contaminarlo más. Amen!
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