Aprender a nadar en contra de las corrientes... Hacerme resistente a los fuertes golpes que la vida ofrece... Sonreír, cuando el corazón llora y celebrar cuando aún no veo mi victoria… Todo esto estoy aprendiendo día a día... A negarme a mí misma para no fallarle a Aquel que prometió que nada malo me tocaría.
Pero qué pasa cuando la carne se enferma? Qué pasa cuando el cuerpo se debilita y piensas en rendirte?
Yo conozco a un DIOS, QUE LEVANTA, NO IMPORTA CUÁL SEA LA CONDICIÓN.
He podido ver con mis propios ojos, que cuando meto mis manos y saco las de DIOS, entonces comienzo a perder… Y yo no quiero ser una fracasada, quiero crecer, quiero entregarle a Él lo que yo no pueda resolver… Porque necesito tener PAZ en mi corazón, disfrutar de perfecta salud, y caminar en Su perfecta Voluntad!!
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