De hecho, tu mayor
ministerio probablemente surgirá de tu mayor herida.
¿Quién podría
ministrar mejor a los padres de un hijo discapacitado que otra pareja que tiene
un hijo con la misma aflicción? ¿Quién podría ayudar mejor a un alcohólico a
recuperarse que la persona que luchó contra este demonio y se liberó? ¿Quién
podría consolar mejor a una mujer cuyo marido la dejó por otra, que la mujer
que pasó por esa agonía?
DIOS permite
intencionalmente que pases por experiencias dolorosas para equiparte para
tu ministerio a otros.
Si realmente deseas
SER USADO por DIOS, tienes que entender
una potente verdad: las mismas experiencias que más has resentido o que más te han
hecho sentir remordimiento – esas que has querido esconder y olvidar – son las
experiencias que DIOS quiere usar para ayudar a otros. ¡Ellas son tu ministerio!
Para que DIOS use tus
experiencias dolorosas, tienes que estar dispuesto a compartirlas. Tienes que dejar de encubrirlas, y tienes que
sinceramente admitir tus defectos,
fracasos y temores.
Aldous Huxley dijo,
"La experiencia no es lo que te pasa a ti. Es lo que haces con lo que te
pasa a ti."
¿Qué vas
a hacer con lo que te ha pasado?
No desperdicies tu dolor; úsalo para
ayudar a otros!!!
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