Mantén un CUADERNO o un diario de lecciones aprendidas.
Este no es un diario de eventos, sino un registro de lo que estás
aprendiendo.
ESCRIBE las verdades y las
lecciones vitales que Dios te enseña acerca de El, de ti mismo, de
la vida, de las relaciones y de todo lo demás.
Escribe esto para que las repases
y las recuerdes y se las pases a la
próxima generación. La razón por la que tenemos que pasar por la misma lección
es porque la olvidamos. Repasar tu diario espiritual habitualmente puede
evitarte mucho dolor y sufrimiento innecesarios.
La Biblia dice, "Es crucial que mantengamos empuñados
firmemente lo que hemos oído para que no nos extraviemos."
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