1. A través de la conversación
constante. La amistad con DIOS crece cuando compartes todas las experiencias de tu vida con El.
Practicando la Presencia de DIOS. El quiere
ser más que una cita en tu agenda. El quiere ser incluido en cada
actividad, cada conversación, cada problema e incluso en cada pensamiento. Tú
puedes tener con El una conversación continua y sobre cualquier tema todo el
día, hablándole acerca de lo que estés haciendo o pensando en ese momento.
2. A través de la constante
meditación. Una segunda manera de establecer una
amistad con DIOS es pensar en Su Palabra durante el día. Esto se llama
meditación, y la Biblia repetidamente nos insta a que meditemos en quién es DIOS,
qué ha hecho y qué es lo que ha dicho. Es imposible ser un amigo de DIOS sin
saber lo que Él dice.
3. Tengo que escoger ser sincero
con DIOS. El primer ladrillo que tienes que poner para edificar una relación más
profunda con DIOS es la sinceridad completa – acerca de tus faltas y de tus
sentimientos. DIOS no espera que seas perfecto, pero sí insiste en tu
sinceridad total.
4. Tengo que escoger obedecer a DIOS
en FE. Cada vez que confías en la sabiduría de DIOS y haces lo que sea que te
pide, aun cuando no lo entiendas, profundiza tu amistad con DIOS. Obedecemos a
Dios, no por obligación o por temor o por compulsión, sino porque confiamos que
Él sabe qué es lo mejor para nosotros.
5. Tengo que escoger valorar lo
que DIOS valora. Esto es lo que los amigos hacen – se
interesan en lo que es importante para la otra persona. Cuanto más te hagas
amigo de DIOS, más te interesarán las cosas que a Él le interesan, te
entristecerás de lo que le entristece y te regocijarás en las cosas que le
complacen.
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