Empieza cada día dedicando un TIEMPO para confesar tus pecados, admitir tu
debilidad y pedirle a DIOS fortaleza para hacer lo que Él quiere que hagas.
Cuando
dependas de la gracia y de la fortaleza del SEÑOR, ¡al poco
tiempo, sabrás qué es en verdad la victoria!.
Comienza tu día con DIOS, orando y meditando en su Palabra, Pídele
dirección y bendición para tu vida, y seguramente, lo terminarás en
victoria.
No te
apresures en tomar decisiones, no te dejes presionar… Busca a Dios para
dirección.
Si nos dejamos
llevar, guiar, dirigir… Dios nos lleva siempre en triunfo!!!
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