Todo lo que sembremos para
el espíritu nos dará un beneficio inmediato en nuestra vida espiritual y una
recompensa eterna en los cielos. Te presento los siete pilares para cosechar en
el espíritu.
Actividad #1: Tiempo de Adoración: Nuestra adoración es el placer de Dios. Adorar
es la principal forma de tener una comunión intima con nuestro Dios, es
conectar lo más profundo de nosotros con el corazón de Dios; es expresa nuestra
entrega, amor, honor y nuestra confianza al gran creador. La adoración nos abre
puertas, desata la gracia para experimentar mayores milagros, y nos abre el
camino a nuevos niveles de fe. Mientras adoramos vamos perfeccionando nuestro
espíritu a imagen del Señor.
Actividad #2: Lectura de la biblia: Invertir nuestro tiempo en estudiar las escrituras es un pilar fundamentar para comprender todo el plan de Dios. La biblia debe entenderse por revelación porque fue escrita para ser transmitida por el Espíritu de Dios. En ella están todas las llaves del conocimiento que necesitamos sobre Dios y su reino.
Actividad #3: La oración: Orar es hablar con Dios; y es una expresión de una verdadera fe. La biblia nos dice que pidamos, roguemos, reclamemos y recibiremos contestación. Muchas circunstancias en nuestra vida y de quienes nos rodean serán transformadas solamente por el poder de la oración.
Actividad #4: Evangelizar: Un creyente que ha sido impactado por el amor de Jesucristo no debería quedarse callado, pero si lo hace esta demostrando su enorme egoísmo y a su vez esta frenando el avance del reino de Dios. Si sentimos esta necesidad siempre encontraremos diversas formas de compartir el amor de Dios y el mensaje de Jesús, que es nuestra gran comisión.
Actividad #5: Ofrendar: Dar de lo que tenemos es un mandato del Señor, dar ofrendas de todo tipo demuestra el tipo de corazón que tenemos. Siempre existe una oportunidad para ofrendar en la obra de Dios, o en alguien necesitado, o en todo aquel que nos propongamos. Las dádivas son una siembra que tienen cosecha eterna.
Actividad #6 Dar los diezmos: Al diezmar de nuestro dinero estamos declarando que no confiamos en el dinero, sino en Dios que nos suple todas las cosas. Esta es una de las formas más claras de comprobar nuestra obediencia y amor a Dios. Los diezmos son además un principio espiritual que resguarda la bendición en nuestras finanzas.
Actividad #7: Servir a Dios: Todos hemos recibido dones y talentos, y es nuestra responsabilidad usarlos al servicio de Dios y de los demás.
Como iglesia y cuerpo de
Cristo somos nosotros los encargados de hacer algo que contribuya al avance del
cielo en la tierra. Al ser colaboradores activos de Dios nos ponemos bajo su
respaldo, bajo su bendición y nos hacemos parte de su plan eterno.
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