RENUEVA la fuente… y el agua amarga desaparecerá.
QUITA la envidia, el rencor y el dolor de tu corazón… y verás que ya no habrá palabras malas en tu boca.
El Señor dice “Les quitaré el corazón de piedra y les daré uno de carne”.
Somos cristianos verdaderos cuando tenemos un corazón nuevo que se expresa por la boca… Si en tu boca hay palabras hirientes e inadecuadas, es porque en tu corazón falta la FE.
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