Calma mi paso, SEÑOR, para que yo pueda percibir en medio de la incesante labor cotidiana de los ruidos, luchas, alegrías, cansancios o desalientos Tu Presencia constante en mi corazón… Calma mi paso, SEÑOR, para que yo pueda entonar el cántico de la esperanza, sonreír para mi prójimo y callarme para escuchar Tu Voz.
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