Sabes que Dios tiene planes de bien para ti… pero también sabes que debes esperar el tiempo correcto. Lo aceptas gustoso, pero conforme va pasando el tiempo, comienzas a impacientarte y cambias tus expectativas.
—Bueno, si no vas a darme la esposa soñada, aunque sea dame alguien que me ame.
—No es el empleo que te estoy pidiendo, pero aunque sea dame algo para subsistir.
—Si no vas a usarme para un gran ministerio, aunque sea que pueda servirte en algo pequeño.
Es un cóctel de conformismo y ansiedad que llega a nuestras vidas con el rótulo de los
Creemos que si le damos a Dios la opción de un plan «B», Él nos dirá:
—Bueno, ya que te conformas con algo menor a lo que pediste, eso agiliza las cosas. Tengo muchos «aunque sea» almacenados para ti.
Obsérvalos caminar por la vida.
Detente un momento y podrás verlos en tu ciudad, en las oficinas, en las grandes y pequeñas congregaciones. Son aquellas personas que razonaron que un plan «B» era mejor que nada o que seguir esperando.
Matrimonios que dejaron de atraerse y amarse luego de una semana de casados, porque pensaron que aunque no eran el uno para el otro al menos ya no estarían tan solos…
Reacciona!!!... y no te conformes, no te impacientes… ESPERA…
Es que también para ti llegará!!!
Fragmento del libro "Las Arenas del Alma" de Dante Gebel
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