“Estoy muy cansada para hacer siempre lo mismo”,
“Nadie aprecia el esfuerzo que hago”,
“Nadie nunca me ha dado las gracias”… En tu casa, en el trabajo, con tus amigas…
Si estás sirviendo (viviendo) para que te den las gracias, entonces tus motivos son incorrectos.
Sirve a Dios, no a los hombres, y tu RECOMPENSA vendrá de Él.
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