Realmente, no es lo que tenemos en nuestra mano lo que hace el trabajo, sino el PODER DE DIOS llenando lo que tenemos en nuestra mano.
No importa lo que no tenemos, MIENTRAS TENGAMOS A DIOS – su fortaleza se perfecciona en nuestras debilidades.
No cometas el error de pensar que no tienes suficiente para cumplir el propósito de Dios.
SIMPLEMENTE COMIENZA A UTILIZAR LO QUE SI TIENES Y DIOS HARÁ EL RESTO.
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