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octubre 15, 2010

Un íntimo de Dios...

Un íntimo de Dios es aquel que tiene acceso ilimitado a su amistad.
Alguien que no necesita de intermediarios sino que se acerca con confianza a ver con sus propios ojos y escuchar con sus oídos.
Sabe cómo es el sonido de Su voz, camina bajo la luz de Su sonrisa, no adora a un ídolo sino a una persona que tiene ojos y ve; tiene oído y oye, tiene manos y toca, tiene corazón y siente. Un Dios que se relaciona.
Marcos Brunet

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